diumenge, de març 22, 2009

Kosovo no és només un error

Toni Cruanyes

Hi ha un fons ideològic implícit en la decisió del govern espanyol de retirar l’exèrcit de Kosovo abans del previst, i sense avisar prèviament Washington. Que no es vulgui reconèixer l’existència de Kosovo com a Estat independent té molt més a veure amb Catalunya i el País Basc que amb les aliances que Espanya necessita teixir a l’escena internacional. Negar-se a qualsevol precedent de modificació de fronteres a Europa era un clàssic de la dreta espanyola, que fàcilment ha fet seu el PSOE.

Però en el cas de l’exèrcit de participar en una operació de l’OTAN i retirar-se sense avisar prèviament els seus socis europeus i nord-americans hi ha una suma de factors que de moment només podem intuir: 1) Zapatero vol demostrar a l’opinió pública que els socialistes no són menys que el PP en la defensa de la unitat d’Espanya, i que anteposen la visió espanyola del món a l’estratègia de l’Aliança Atlàntica; 2) Carme Chacón torna a ser protagonista d’un cop d’efecte mediàtic, seguint l’estela del que ens té acostumats des que va passar revista a les tropes embarassada de sis mesos; 3) és una bona manera de reduir costos, ja que amb la retirada dels 630 soldats de Kosovo, l’exèrcit s’estalviarà un mínim de sis a set milions d’euros al mes, cosa gens menyspreable en temps de crisi; 4) Zapatero vol enviar el missatge a Washington que està molest perquè en la propera gira per Europa, Barack Obama no s’aturarà a Madrid i, per tant, no hi haurà reunió bilateral i foto conjunta entre ZP i el líder mundial de moda, i, finalment, 5) es tracta d’un error: l’anunci de la retirada de tropes es va improvisar, l’anunci no es va fer sense la negociació prèvia amb els socis de l’OTAN i, amb tot, s’ha posat en risc la relació Madrid-Washington, que era la principal aposta en política exterior d’aquesta segona legislatura de Zapatero. ¿Error, espanyolisme o cop d’efecte?

dilluns, de març 16, 2009

ENTREVISTA: GORAN BREGOVIC Músico

ENTREVISTA: GORAN BREGOVIC Músico

"Es posible volver a empezar una vida, pero no una biblioteca"

RAMÓN LOBO - Cádiz - 16/03/2009

Goran Bregovic sigue siendo a los 59 años -los cumple el 22 de este mes- un rebelde. Aunque procede de un territorio convulso en el que abundan las etiquetas nacionalistas (serbios, croatas, bosniacos, kosovares) se considera yugoslavo, una nacionalidad que ya no existe; que sólo permanece en la música y en la memoria. "Si tu país desaparece, descubres que no era algo político ni geográfico, sino emocional. No me siento represente de una nación o un Estado. Sólo represento ese territorio emocional que no tiene nada que ver con la política", asegura en una entrevista realizada el viernes en Cádiz, en víspera del primero de los tres conciertos que dará en España junto a su Banda de Bodas y Funerales (hoy en Madrid, teatro Price; el 18 en Barcelona, en el Palau de la Música).

En Alkohol, su último disco, hay una referencia a esa locura; una frase extraída de una camiseta muy popular en los Balcanes: "Quien no se vuelve loco no es normal". Bregovic no rehúye ningún tema, tampoco el de la guerra. "Creo que conozco a casi todos los criminales de guerra. Conozco a Radovan Karadzic, que antes de la guerra era poeta. Algunos de mis profesores de la Facultad de Filosofía están en La Haya. Eran políticos pequeños que creyeron interpretar personajes históricos. Los seres humanos están condicionados. Si les dejas la oportunidad de convertirse en animales se convertirán en animales. La cultura no nos protege".

En la última película en la que colaboró musicalmente con Emir Kusturica, Underground, se produjo la ruptura entre dos de los artistas serbios más importantes de los últimos años. "Fue realmente difícil. Fue una catarsis. Era una película sobre la guerra cuando aún había guerra. Muchos de los que trabajamos en ella sabíamos que ya habíamos tenido suficiente de él y él, de nosotros. Todos necesitábamos un cambio. Kusturica nunca me pareció interesante como persona. Es un buen artista, quizá el único cineasta que tenemos con un trabajo coherente. La pena es que ya no hace buenas películas porque está solo, aislado. Nadie que esté solo puede hacer una película".

En Underground hay una escena sobre la ruptura de Yugoslavia: cuando un trozo de tierra se desgaja y se aleja flotando. Esa isla volvió por unos días en 2005, cuando Bijelo Dugme, la gran banda de rock de Bregovic, disuelta en los ochenta, dio tres conciertos. "Vendimos 75.000 entradas en Sarajevo y otras 75.000 en Zagreb en un solo día. En Belgrado reunimos a 148.000 personas. Vino gente de todo el mundo, incluso desde Canadá. (...) Con el rock envías violencia al público y el público te devuelve violencia, aunque también se puede llamar energía. En esos conciertos no hubo un solo incidente a pesar de la cantidad de gente que se reunió en lugares tan problemáticos. Observaba desde el escenario cómo todos se preocupan en evitarlos, como si todos quisieran cuidar el momento para que nada lo estropeara. No era sobre musulmanes, croatas o serbios, era sobre personas que sólo querían cantar juntos canciones que todos sabían".

Preguntado por si la música tiene poder para cambiar a la gente, aunque sea por unas horas, responde: "A los artistas occidentales les gusta decir grandes cosas, como que la música puede cambiar el mundo. Vengo de un país comunista y sé dónde está el poder. Aunque trabajo con la misma temperatura que los artistas occidentales, sé que hay un largo camino hasta ser iluminado. Las luces pequeñas ayudan, pero en el fondo no cambian nada".

Una de esas pequeñas luces se la regaló Ernesto Sábato cuando Bregovic acudió a Buenos Aires a dar su primer concierto. "Al llegar al hotel me dieron un sobre que me habían dejado de parte de Sábato. Contenía un libro, Sobre héroes y tumbas, y una carta en la que me pedía disculpas por no acudir al concierto. Me explicaba que mi música le había salvado en momentos de depresión. Lo curioso es que cuando hice el servicio militar en Nis, en la época comunista, robé de la biblioteca del cuartel un ejemplar de ese libro. Lo tuve en mi casa de Sarajevo durante años y lo perdí. Con la guerra perdí todo, también mi biblioteca. Puedes empezar dos veces tu vida, pero no puedes empezar dos veces una biblioteca. Todas las cosas grandes que me han pasado están guiadas por cosas pequeñas que se vuelven grandes, como el libro de Sábato".

"Copio como todos", asegura para defenderse de las acusaciones de sus enemigos. "No soy Dios; es el trabajo de Dios crear. Me llaman compositor porque compongo lo que ya existe. Así ha sido siempre, desde Stravinski, Gershwing, Bono, Lennon... Se trata de un viejo método: tomas algo de tu tradición, robas y dejas atrás cosas para que otros con talento roben también. La cultura es eso, una transformación continua".

Para él, que publicó su primer disco en 1974, la música es un lenguaje anterior a la palabra, y la suya, una mezcla en una zona donde los muy nacionalistas exigen pureza: "Está antes que la palabra, la religión y la política. Siempre cantarás alguna melodía de tus enemigos y siempre escuchas alguna de tus canciones en labios de tus enemigos. Es algo normal. Durante cuatro o cinco siglos fuimos una frontera entre católicos, ortodoxos y musulmanes. Vengo de un sitio donde todo era ya Frankenstein. Cualquier cosa que intentes lleva un Frankenstein dentro. No puedes evitarlo. Si naces en un sitio así sabes que tienes que estar preparado para recibir muchas malas noticias en tu vida", dice Bregovic, hijo de croata y serbia, y marido de una musulmana. Y concluye, "la guerra no es sólo matar gente, quemar casas, la guerra mata una infraestructura cultural, edificada por los hombres con gran dificultad durante mucho tiempo".

dimecres, de març 11, 2009

What Does Your Birthday Predict About You?




Your Birthday Predicts You're Independent



Ever since you were born, you've loved doing your own thing.

You enjoy puzzles and games. Anything that stretches your mind interests you.



You are a quiet person - often lost in your own thoughts. Others find you completely mysterious.

You have so much fun thinking, dreaming, and planing. You hardly have time for friends.

diumenge, de març 08, 2009

Artículo de Carlos Monsiváis

Sobre la lenta muerte del Estado mexicano, entre otras cosas:

Carlos Monsiváis
08 de marzo de 2009

El miedo que te quede libre

I

En 2009 está profundamente en duda la interminable transición a la democracia. La sociedad, en su mayoría, desconfía de los partidos, rechaza los gobiernos, se siente despojada a diario. Luego de su triunfo tan cuestionable, el presidente Felipe Calderón no ha conseguido la credibilidad necesaria y ha perdido aun una parte sustancial de sus apoyos en la derecha tradicional. Lorenzo Servitje, el empresario conservador más prestigiado en su espacio ideológico, que apoyó su campaña, ahora habla del fin del “microsexenio” de Calderón: “Con la falta de legitimidad, ingobernabilidad social y empecinamiento en conservar en su gabinete y en los principales puestos públicos a sus amigos y gente inepta, es difícil que Felipe Calderón se conserve en el poder”.

El tema básico no es la perdurabilidad de Calderón los cuatro años que le quedan en el mando, sino la muy mencionada y admitida descomposición de la sociedad. Grupos literalmente hambrientos asaltan los trenes en busca de granos de maíz, en las calles de las ciudades las multitudes andan en pos del empleo o en pos de que las mafias que controlan el comercio marginal les den entrada, el gobierno de Nuevo León acusa a quienes protestan por la situación económica y por la presencia del Ejército en las calles de “pagados por el narcotráfico”.

Al mismo tiempo, en los partidos políticos desaparece cualquier asomo de debate ideológico o de visiones críticas. El Partido Acción Nacional mantiene su conservadurismo a ultranza y no lo modifica en lo mínimo, no obstante sus fracasos ostentosos en cada batalla cultural que emprende; el PRI, con grandes posibilidades de volver al poder, aunque sin candidatos que le den fuerza a sus posibilidades, es una confederación de tribus a las que si se les quiere encontrar ubicación histórica se les puede decir “feudales”, y el Partido de la Revolución Democrática, muy obviamente corrompido en buena parte de su dirección, ha extraviado en el metro, por ligarlos a un sitio popular, la identidad de izquierda.

No obstante el derrumbe del grupo que renta carismas y solicita maestros de dicción para aparecer en los comerciales del PRD, la izquierda mantiene una poderosa fuerza social, ya no identificada con el PRD (aunque quizá vote por alguno de sus candidatos), pero muy resistente en lo político, lo ecológico, lo cultural, lo social, las causas de la bioética. Este sector carece por ahora de consecuencias electorales.

* * *

Pese a todo, siguen siendo fundamentales las ideas en este periodo de supervivencia. Así se agoten y pierdan eficacia, o se diluyan y enturbien, las ideas genuinas incitan a las movilizaciones y la resistencia. Véase si no la trascendencia de las ideas contenidas en estas palabras clave: sociedad civil, tolerancia, transición a la democracia, programas políticos incluyentes, diversidad, pluralidad y empoderamiento, de consecuencias amplísimas aun si devienen lugares comunes o abstracciones pobres.

El proceso trasciende las formaciones políticas tradicionales, y en las alternativas al pensamiento único, hoy tan averiado, las ideas desempeñan un papel principalísimo.

II

El 13 de febrero de 2009, el presidente Felipe Calderón, en la residencia de Los Pinos ante la cúpula del Partido Revolucionario Institucional, es enfático: “Si no lo hacemos, si no ganamos esa batalla (contra la delincuencia), puede ser que la próxima vez que vengan a Los Pinos se tengan que sentar con un presidente narcotraficante”.

Luego, en una lucha repetición por repetición contra la sintaxis, el secretario de Economía Gerardo Ruiz Mateos, coincide: “De fracasar el combate contra la delincuencia organizada, el próximo presidente de la República será un narco. La lógica del ataque del gobierno en materia del narcotráfico es porque precisamente el narcotráfico ya había hecho un Estado dentro del mismo Estado. Es un problema serio, tan serio que tuvimos que entrar, lo más fácil era dejarlo, como dice mucha gente, dejarlo en el estatus en el que estaba, y sí te puedo asegurar que el presidente de la República sería un narcotraficante”.

* * *

Desde Estados Unidos las voces de alarma no coinciden con la seguridad del gobierno mexicano de estar ganándole al crimen organizado. Por un lado, las autoridades federales de Estados Unidos le envían al gobierno frases de salvamento; por otro, cito un ejemplo, el ex zar del combate a la droga Barry McCaffrey, asegura: “México se encuentra al borde del abismo y se puede convertir en un narcoestado en la próxima década” (29 de diciembre de 2008).

Y para alejarse personalmente del abismo, y en otra de sus andanadas contra los culpables (todos los demás), Felipe Calderón es enfático: “Habría que preguntarse cómo es posible que hayamos como pueblo sido capaces de tolerar que semejante barbarie penetrara en la sociedad mexicana, que se asentara en nuestras calles, que penetrara en nuestras autoridades” (15 de febrero de 2009). Luego, convencido de que la autocrítica es un género apátrida, agrega: “El gobierno no puede ni debe hacer solo la tarea de liberar a México de la violencia, por eso, demando la colaboración de las autoridades estatales y a los ciudadanos les pido atorarle a los problemas” (6 de marzo de 2009).

Los grupos del narcotráfico tienen su ejército, sus propios policías, su equipo de inteligencia y de espionaje, a sus propios financieros con los que estudian el mercado. Además, ya cuentan con territorios y ciudades, como reconocen dos secretarios de Gobernación (Juan Camilo Mouriño, Fernando Gómez Mont), sobredeterminan un buen número de gobiernos locales por medio del apoyo o la intimidación o la mezcla de persuasiones, pagan candidaturas a diputaciones y alcaldías, se asocian con empresarios y banqueros, manejan cifras espectaculares de lavado de dinero (actividad casi lícita en la medida en que no se investiga), y compran en Estados Unidos armamentos de primer orden. En síntesis, desafían al Estado mexicano en varios aspectos y ponen en entredicho el funcionamiento de diversas instituciones no sólo de justicia.

Si lo anterior no es cierto, y en el estilo más puro del régimen, cúlpense, lectores, a ustedes mismos por creerle a la realidad, tan influida por la ciencia ficción.