Angustia. Esta noche he visto una película mexicana, tal vez más pretenciosa que lograda, sobre los devenires trágicos, del amor de un muchacho hacia otro muchacho que pobremente conoció. Empecé a pensar, a recordar. A explorar la ciudad de México (mentalmente). Cómo los ambientes sórdidos de las estaciones que se observan en la cinta son tan parecidos a los que tengo que cruzar, 1, 5, 10 veces por semana. Acto seguido, me senté frente a mi compu, y volví a un proyecto personal, neurótico. El de 1977. Nací en 1977. Desde hace un par de años me pregunto, ¿qué estamos haciendo los de la generación del '77? ¿Cuántos han muerto ya? ¿Quiénes son las estrellas fulgurantes? ¿Quiénes son los sueños rotos de dicho año? ¿Dónde viven? ¿Para quién viven? Son preguntas que me atormentan de cierta manera, cuando estoy en el metro, cuando voy por la calle, cuando me encuentro en una clase aburrida y sin chiste, cuando me miro al espejo. Y ya le bajé a la histeria, porque antes me preguntaba, ¿dónde están los novohispanos? ¿qué queda de ellos? Imagínense, todavía peor. El pasado. El pasado me fascina, pero me hace sufrir enormemente, quizás no tanto por mí mismo, sino por el modo en el que lo reconstruyo en mi cabeza.
1 comentari:
Hola
Soy Álvaro, nací en el 77, que te puedo decir en mi blog he plasmado mis ansiedades, yo creo que nuestro año ytiene un sello, yo diría es que es un año de gente soñadora, emotiva, idealista y que esta en plena transformación, en reprogramación de hábitos.
un Saludo te estaré leyendo
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