divendres, de novembre 30, 2012

Pieza del mes xD

http://www.mnsancarlos.com/pieza.html


Rafaello Morghen, Nápoles, 1758 – Florencia, 1833 (grabó)
Bernardinus Nocchi, Lucca, 1741-1812 (dibujó)

Poesía

(Copia del fresco realizado por Rafael para la bóveda de la Estancia de la Signatura, 1509-1511)

Buril
Museo Nacional de San Carlos, CONACULTA-INBA

La Estancia de la Signatura había sido diseñada para albergar la biblioteca personal del papa Julio II y sus libros habrían estado divididos según los temas de las rodelas de la bóveda: Poesía, Justicia, Teología y Filosofía. El nombre de la estancia proviene del Tribunal eclesiástico Signatura Gratiae y se debe a que en esta cámara el pontífice también formalizaba la firma de documentos importantes.

La relación entre las imágenes de la bóveda y los frescos representan la unión entre el conocimiento divino y terrenal.  Las personificaciones femeninas del techo se armonizan con las representaciones en los muros completando un mismo discurso visual. La Poesía unida al  Parnaso simboliza la Belleza a través del dios Apolo rodeado por las Musas y los Poetas de la Antigüedad y la Edad Media. Las Virtudes Cardinales enlazadas a la Justicia constituyen el Bien, en la estampa observamos a la Fortaleza que porta una rama de encina y el león como símbolo; a la Prudencia que se mira en el espejo reflector de  la verdad, su doble rostro nos indica que aprende del pasado y sabe prevenir; mientras que la Templanza sostiene las riendas como emblema de la moderación.

Julio II,  quien fue papa entre 1503 y 1513, jugó un papel destacado en la producción artística como mecenas de pintores, escultores y arquitectos de su época. Entre ellos figuró uno de los más importantes artistas del Renacimiento, Rafael Sanzio (Urbino, 1483 – Roma, 1520) creador de los murales al fresco que aún hoy pueden verse en el Palacio Vaticano, en Roma.

En 1507 el papa ocupó las habitaciones del segundo piso del edificio  y a las existentes agregó otras cuatro, cuya decoración fue comisionada a Rafael hacia finales del año siguiente. Las imágenes se asumen, actualmente, como resultado de la colaboración entre el pintor y algún consejero literario y fueron concluidas por sus discípulos, tras su muerte, en 1524.

   Muchos de los murales están presentes en la colección del Museo Nacional de San Carlos a través de estampas que forman parte de su acervo, realizadas por artistas italianos activos entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, quienes reprodujeron escenas, figuras y fragmentos de las obras de Rafael.

La estampa ha permitido la circulación de imágenes en un formato de fácil transportación, lo que ha permitido la difusión de las grandes obras de arte de Occidente y su interpretación y apreciación por distintas generaciones de contempladores, que como en la estampa aquí representada, entendieron las piezas de acuerdo a sus intereses temporales, en este caso, la perfección del dibujo, a la luz del movimiento neoclásico.




Marco Antonio Silva Barón

Jefe de Curaduría e Investigación del Museo Nacional de San Carlos.