Uff. Hoy hice corto-circuito. Por la mañana quise meditar y lo único que logré fue quedarme dormido, después, llegué tarde al trabajo, porque había olvidado recoger unas fotocopias que había mandado hacer. Una vez en la oficina, me agobiaba de calor, de somnoliencia, de hartazgo. Compartir una oficina pequeña con cuatro mujeres parlanchinas y ruidosas no es nada sencillo. Tenía la presión de entregar un texto a medio escribir para un cliente, además de que tengo hasta el cuello la deadline del escrito de al menos cuatro páginas para el catálogo de la exposición siguiente del museo. Para empeorarlo todo un poco más, vivo con la angustia interminable del texto que nada más no puedo concluir para el proyecto de investigación. Añádase que también tengo el agua hasta el cuello por lo de la tesis, el anteproyecto de maestría, lo de la investigación del gótico, ay dios, ya no me acordaba, tengo que preparar una mega-conferencia sobre el retablo de Pere Espallargues, además de un curso sobre arte y moda. Ay Marc, en que líos te metes.
Siento que no tengo muchos pilares en los que me pueda apoyar. Tengo demasiados pendientes y no debería, pero por otro lado si no mejoro consistentemente mi currículum ahora, ¿cuándo lo haré? Además, tengo necesidades $$$ internas y externas y si las quiero satisfacer, pues tengo que hacer lo que tengo que hacer. Tan solo me gustaría que alguien me apoyase, aunque no sé cómo. Bueno, lo dejo ya que tengo quehacer.
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