¿Mexicanos al grito de guerra?
Manú Dornbierer
Ya trajo los tanques o tanquetitas “democráticas” para que lo protejan el 1º de septiembre el día de su Informe, que por otra parte hemos estado oyendo hasta la saciedad durante la larguísima campaña de salida del candidato Fox que nunca llegó a gobernar.
¿Espera el ranchero Fox a un extraño enemigo? AMLO puede ser su enemigo, pero no es un extraño, al contrario, le es muy familiar. ¿Acaso no lo ha perseguido incesantemente durante los últimos seis años? ¿Y los acampadores son enemigos o simplemente mexicanos venidos de todo el País para protestar porque les (nos) robaron el voto? ¿Cómo se puede combatir en México un fraude mayor y más sofisticado que todos los que conocimos, un fraude de dimensiones neoliberales que ni los gringos pudieron combatir en las dos ocasiones en que Bush les robó la presidencia a Gore y a Kerry? Al periodista gringo David Swanson le da vergüenza no ser mexicano, como uno de esos que acampan en Reforma, por no haber protestado contra Bush por las elecciones robadas y por todos los crímenes que comete.
Pero a los ‘Polkos mexicas’ de hoy -émulos de aquellos señoritos del siglo XIX que festejaban la invasión que el presidente Polk había lanzado sobre México- no les da vergüenza el megafraude de Fox, les dan vergüenza los nacos de Reforma. Les molesta el bloqueo, lógico, pero sobre todo el mal olor del pueblo burlado.
¿Acaso hay muchas maneras de protestar contra un gobierno con todo el dinero y todo el poder, que te roba la Presidencia de tu País por una diferencia, te roba la única esperanza de dejar de ser esclavos del dinero como es el caso de todos los países suramericanos que han votado por su dignidad, por su identidad, por sí mismos?
¡Qué vergüenza no estar con ellos! ¿Fox quiere guerra contra 15 millones de votantes mexicanos? ¿Una guerra de secesión mexicana entre el Sur amarillo, pobre y paradójicamente dueño del petróleo y del agua y el Norte blanquiazul que quiere ser gringo?
La bien armada Guardia Nacional de Estados Unidos sigue plantada a un paso de nuestra frontera... y ni chista. Observa. Dígame Presidente, ¿qué los tanques no son para vigilar las fronteras, si es que no protegerlas, especialmente cuando un sector del ejército más poderoso del mundo se despliega arrogantemente contra los migrantes mexicanos? ¿Eso no le molesta? ¿Con ellos no es usted macho?
Sí, Fox ha perseguido al “Peje” desde su elección democrática (salvo en lo referente al nunca resuelto Amigosgate). Pero pronto, prontísimo, olvidó todas sus promesas de campaña y se convirtió nada más en un marido embobado, embotado, al servicio de la ambición presidencialista de su mujer, lo que le impidió gobernar realmente y ocupó al mandatario democrático en otra chamba: LA PRINCIPAL DE SU SEXENIO, DESTRUIR AL ‘PEJE’, el hombre que ella detestaba porque podía ser su rival en la elección del 2006, a la que soñó con llegar “empoderada”.
Megafraude fraguado
¿Ya se les olvidó, mexicanos? Fue la mujer de Fox la que inventó el desafuero y cuando no le resultó porque partidarios o no del “Peje” los ciudadanos rechazaron la aberración, la liquidación política de López Obrador, es cuando empezó a fraguar el megafraude electoral que debía salvar al Yunque de la derrota que preveía el pésimo gobierno de Vicente Fox. Que fuera Marta, Creel o Fecal, el Prian desplegó su bicéfalo poder para cancelar a la izquierda combinando los antiguos métodos priistas a cargo de la talentosísima Hidra Gordillo y las ventajas de la ciencia moderna en manos del no menos genial Hildebrando, cuñado de Fecal, con el indefectible apoyo de los delincuentes ricos del País, de todos los empresarios enriquecidos a la sombra del poder, de la Iglesia y por supuesto de todas las transnacionales a las que Fox siguió como su antecesor, fabricante de bancos exclusivamente extranjeros, entregando a México.
Fue en aquel momento temprana e ilegalmente electoral porque a su vieja se le quemaban las habas, cuando se convirtió ‘Chente’ en el presidente más incompetente que ha tenido este País. Daba un empujón a su magna tarea antipejista y luego se iba de viaje. Fue un viajero frívolo, muy caro para el País, como sus predecesores priistas. Disfrutó a fondo el puesto con su corte, botando el dinero de México, mientras lo ponía en ridículo con su falta de tacto y su ignorancia. Al cabo que los precios del petróleo subían y subían las remesas de los indocumentados que le permitían mantener al País y presumir que estaba disminuyendo la pobreza.
Para eso no movió un dedo. Sus propagandistas le hacían creer y decir que todo iba maravillosamente, mientras la pobreza real de los mexicanos, ésos que ahora quiere rescatar el monísimo Fecal, aumentaba de los 40 millones de pobres dejados por el PRI, a 50 millones; mientras se iban cada vez más a buscar fuera los empleos que aquí nunca creó Fox.Creó en cambio ‘Foxilandia’, esa perfecta nación bananera en que ha vivido y que hoy la imponente, ensordecedora, estupidizante propaganda de los goebbels yunquistas de la radio de la TV con pocas excepciones pretenden hacernos creer que fue realidad.
Se quejaba Fox: El Congreso a todo me dice que no (por fin se le hincó con la Ley Televisa). Es que no me dejan gobernar, decía. Lo que para él significaba no me dejan entregar el petróleo como le prometí a los gringos, no me dejan entregar la electricidad, no me dejan privatizar el Seguro Social, no me dejan entregar el agua, etc. Pero lo hacía en lo oscurito, ¿a beneficio de quién? ¿O no señor Medina Plascencia?
Presidente incompetente para los negocios del País, no lo fue para los suyos. A su alma máter la Coca Cola, mejor universidad que la Ibero, decía Fox, le entregó como o más que Zedillo concesiones monstruosas de cuencas y ríos enteros, según una investigación precisa que detalla cuánto se dio a cada una de las plantas (“El Prian”, págs. 211 a la 220). Concluye el investigador: “... El agua concesionada a las empresas equivale a 8.6 millones de años de consumo diario de una persona”.
Petróleo, a beneficio familiar
No se puede cuantificar con tanta precisión el petróleo que entregó a través de sus famosos contratos “bajo el agua” nunca investigados, a no ser que el próximo Gobierno no sea su cómplice y tapadera, contratos de petróleo -y todo lo relativo al oro negro- otorgados a toda suerte compañías extranjeras.
¿No informará el 1º de septiembre?
El que sabe de esto y de la compañía “Oceanografía” en que participan los Bribiesca, es el ahijado de Marta Sahagún, César Nava, el hoy austero secretario adjunto del PAN que se permite unos sermones sobre moralidad que hay que ver. Ella lo impuso en Pemex como abogado general de la empresa. Pero hay infinidad de asuntos diversos sobre la explotación que para beneficio familiar aplicó al País: A los trabajadores de la compañía camionera actualmente llamada Estrella Blanca les hizo perder un juicio que ya tenían ganado sobre la empresa original y 25 mil plazas. Después de lo cual 100 autobuses de la línea están escriturados a nombre de Vicente Fox de la Concha.
Como éstas, insisto, hay muchas denuncias que ni siquiera se molesta nadie del Gobierno en contestar. No hay manera de probar la muy cacareada honradez de Fox en lo familiar. Tampoco como Presidente.
La denuncia de los 2 mil 500 millones de pesos que según la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación sacó Fox de Michoacán, robo oficial cometido contra los maestros (expuesto en este espacio el pasado sábado) utilizado para el fraude electoral en la sección de la organizadora del fraude, la talentosísima, insisto también, Hidra Gordillo, no se contesta.
Se pasa todo por las botas este señor Presidente. Reconocer la victoria de López Obrador como Presidente de México sería, pues, su perdición.
Y finalmente le robó la elección. Se sabe que tenía planeado el fraude en caso de que no le funcionara el desafuero. Marta, Santiago y por fin Fecal tenían que mantener el poder por 100 razones, entre ellas la de conservar la impunidad. No es de menor importancia. Hoy Fox pretende intimidar no al “Peje”, sino a 15 millones de electores con sus guaruras. Esperemos que no con el Ejército, todavía marcado por el estigma del 68.
Por fortuna, el secretario de la Defensa, el general Clemente Vega, se negó, dicen, a sacar la tropa a la calle cuando el desafuero. ¿Tuvo Fox el descaro de pedírselo? Pero ahora saca tanques para que despeje “El Peje” -y desde luego tiene el aplauso de los Polkos-. Fecal lo llama “ ex candidato de la coalición” y ambos lo acusan de protestar por “capricho personal”, no en nombre de más de 15 millones de votantes.
Llama el “valiente” Presidente a sus guaruras del Yunque, del Estado Mayor y de la PFP, Policía Federal Preventiva, experta en atencados, a impedir la entrada al Palacio Legislativo a legisladores, precisamente ‘atencando’ contra el Poder Legislativo.
¿Pinocho o Pinochet?
El emperador de ‘Foxilandia’ llegó demasiado lejos. El pedimento espontáneo de ayuda del mentecato panista Álvaro Elías Hurtado, presidente de la mesa de directiva de la Cámara de Diputados, no se lo traga nadie. La conducta de Fox es la del mentiroso Pinocho ¿o Pinochet? Así lo demuestra la reacción de todos los diputados ante la violación de la Carta Magna de la que se hizo responsable el mandatario al no respetar la división de poderes y la constitucional inmunidad de los diputados en su trabajo.
De la manera más bananera y gorilesca, el inflado Estado Mayor, que se ha apropiado y no momentáneamente de varias hectáreas del Bosque de Chapultepec sin que nadie diga pío, como si estuviéramos en el siglo pasado en el Haití de Papa Doc , “dio órdenes” a los policías federales preventivos de golpear a los legisladores y de impedirles el paso al Palacio Legislativo, ése que se construyó después de que el panista Diego Fernández de Cevallos quemara en 1988 el que había para evitar el conteo de votos que daban la victoria electoral al hoy maestro de ceremonias, Cuauhtémoc Cárdenas.
Si se hubieran contado esos votos, estaríamos en una verdadera alternancia ergo democracia desde entonces. Tiene razón Carlos Montemayor: “Es exasperante el bloqueo, pero más exasperante un fraude más".
Al día siguiente de la instalación de los campamentos de la coalición Por el Bien de Todos, 10 tráileres transportando dos tanquetas cada uno se vieron circular por la carretera de Toluca.
El 9 de agosto reseñé en este espacio la caravana de nueve plataformas con tanques oruga circulando hacia el DF por la carretera de Querétaro y en la autopista Del Sol, el jueves pasado, en la misma dirección se vieron incontables tráileres del mismo tipo estacionados a pie de carretera, con lonas que cubrían ¿qué?
Todo esto sucede lejos del último Informe de Fox, por lo que se colige que la operación “tanques” estuvo prevista dentro del operativo general del fraude. Los tanques no arriban a la capital porque los hayan pedido los capitalinos cansados. Todo estaba fríamente calculado y qué curioso, los que más gritan y pagan desplegados son los empresarios de Monterrey y de Chihuahua, el estado de las Muertas de Juárez...
México no es la dictadura perfecta como escribió el brillante novelista e ideólogo conservador Mario Vargas Llosa, es una “dictacracia” imperfecta -pretende juntar a conveniencia dictadura y democracia- porque el País lo gobierna con mano de hierro una dictadura oligárquica económico-mediática que utiliza cada seis años el guante de seda democrático para “fabricar” elecciones a su medida. En México se fabrican las elecciones.
Así fue desde que en 1928 el PRI se instaló en el poder y así ha sido también en estas elecciones de 2006, pues si como acaba de señalar el New York Times, México fue históricamente “líder mundial en fraude electoral”, las elecciones del 2 de julio pasado confirman ese vergonzoso liderazgo antidemocrático, colocando al País al borde de la quiebra institucional.
Plan preparado
El fraude electoral organizado por el gobierno presidido por Vicente Fox y por su partido, el PAN, en beneficio del derechista Felipe Calderón -asesorado por el jefe de las campañas electorales de Aznar, Antonio Sola-, contra la candidatura del anterior alcalde de la capital, el socialdemócrata Andrés Manuel López Obrador (AMLO), líder del PRD, viene preparándose desde hace dos años.
Empezó cuando la Presidencia de la República pretendió “desaforar” -quitar los derechos políticos- a Obrador para que no se pudiera presentar como candidato, operación que no pudieron rematar desde las instituciones ante la masiva movilización de la población en defensa de AMLO.
Siguió luego con la exhibición de videos en las televisiones que supuestamente probaban la corrupción que rodeaba al líder del PRD y terminó estos últimos meses preelectorales con una sucia campaña mediática utilizando todos los recursos públicos y privados para presentar machaconamente a Obrador como “un peligro para México”, tal como lo definió el propio presidente Fox contraviniendo la norma constitucional que prohíbe cualquier intervención presidencial en las campañas electorales.
Manú Dornbierer es analista y crítica política.
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