dilluns, d’agost 13, 2007

Un año de balcanismo...

Hace ya un año que comencé a involucrarme de manera formal con los Estudios Balcánicos o del Sureste Europeo o Adriáticos, como ustedes gusten llamarlos. ¿Por qué? No lo sé a ciencia cierta. La respuesta tiene varias vertientes, por un lado, un genuino interés académico por los fenómenos de transformación en la cultura visual de contextos en transición o en situación límite, como la ex Yugoslavia, por otro lado, el morbo que me provoca todo el cotilleo de las muy particulares "estrellas" del firmamento folk balcánico, y por otro, a lo mejor necesitaba abstraerme o mejor dicho, alejarme un poco de México y su cultura, para evitar pensar en toda la mierda que vivimos el año pasado, y en la misma línea de pensamiento, los balcanes conjuntan culturas harto interesantes, fascinantes, altivas y trágicas al mismo tiempo, componentes que me ayudan a evadir a mi principal problema: yo mismo. En ocasiones, un artículo sobre la turbo folk o una interpretación sobre el desmembramiento del Estado yugoslavo es suficiente para que no piense un rato en mis múltiples problemas de salud y asuntos por el estilo. En fin, que también debo admitir que cómo me cuesta encarar las cosas que en serio deben de ser tratadas. Es digno de mencionar, también, que llevo muchos años, conciente e inconcientemente, gustando de hacer, tener, adquirir o aprender cosas raras, extrañas, inusuales, o sencillamente estrafalarias.
°
Me explico, hace cuatro años que aprendí catalán, y todo mundo se quedó así de chale con tus ardides, o me decían, ay Marco, me cai que cómo te gusta llamar la atención con tus excentricidades. Hihihi. Y eso sin mencionar que anteriormente había estudiado cosas raras como la Historia del Arte, y pior tantito, de repente me llamé a mi mismo budista (bueno, hasta miembro de una Orden soy, pero ese es otro tema). En fin, tengo pues un currículum de excentricidades que uff, podría dar cursos sobre mi vida. Hihihi. Rara avis, me diría algún latinista. Pero volviendo al tema del presente rant, la historia, vida y obra de la ex Yugoslavia y sus sucesoras me han dado mucho que pensar sobre mí y sobre todo. Siento que mi vida y quehacer es mucho más rico merced a lo que he aprendido, y si acudimos a las explicaciones sacadas de la manga, pseudo metafísicas y llanamente irracionales, chance y fui eslavo en otra vida, no? Bueno, hasta me he metido a la engorrosa y laberíntica labor de tratar de aprender algo de nas jezik, oséase, la lengua mayoritaria de ya saben dónde. No sé si algún día lograré conocer siquiera el 20% del idioma, pero el esfuerzo se hace. De cualquier manera, ya veremos a dónde llego con mis cosas raras. Hasta entonces me doy la media vuelta, y prosigo con mis otras cosas, ash, nebo zna, kao ja, koliko puta sam ponovila tooo....