Āryaprabha - Fill dels Borgia: Heinrich Wölfflin

Heinrich Wölfflin, Conceptos Fundamentales de la Historia del Arte.

Por Ana María González Eguiluz.

Forma cerrada

Tesis e ideas principales

Por forma cerrada entendemos la representación que, con medios más o menos tectónicos, hace de la imagen un producto limitado en sí mismo, que en todas sus partes a sí mismo se refiere. El estilo de la forma cerrada es un estilo de arquitecto. Construye como la naturaleza, y busca en esta lo que le es afín.

Este estilo o forma es referente al arte clásico y al arte del siglo XVI llamado renacentista.

Lo peculiar de los cuadros del siglo XVI es que las verticales y horizontales no sólo se les adjudican las direcciones, sino un papel dominante. Las partes del cuadro se ordenan en torno a un eje central o, si no lo hay ateniéndose a un perfecto equilibrio de las dos mitades, lo cual, aunque no siempre se pueda definir fácilmente, se percibe muy bien por el contraste que ofrece frente a la ordenación libre del siglo XVII.

La forma cerrada tiene en primer término los aspectos llamados puros: La frontalidad y el perfil decisivos, el arte clásico los quiso como su fuerza elemental.

Hay que tomar en cuenta que ninguna de las dos formas, ni la cerrada, ni la abierta deben generalizarse, ni deben tomarse de manera severa.

Características de la forma cerrada

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Pintura

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Arte de horizontales y verticales bien pronunciadas, los elementos se harán visibles con toda claridad y precisión. Ya se trate de un retrato o de una figura, de una historia o de un paisaje, siempre predominará en el cuadro el contraste entre líneas a plomo y líneas tendidas. La forma arquetípica pura servirá de medida a toda desviación. El siglo preclásico fue inconscientemente tectónico, por dondequiera se percibe la red del verticalismo y horizontalismo.

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Paralelamente al proceso de afirmación del esquema lineal tectónico, aparecen los colores, que se intensifican recíprocamente como complementos, dando al cuadro una firme base colorística.

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La simetría no fue la forma general de composición en el siglo XVI, pero se presenta con frecuencia y, aun donde no resulta palpable, hallaremos siempre un evidente equilibrio entre las dos mitades del cuadro, absoluta igualdad de las partes. En el siglo XVI toda dirección es contrarrestada, y toda luz, todo color, son compensados.

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En el estilo tectónico el contenido se ajusta al espacio dado. Horizontales y verticales se acusan como algo afín al marco. Se sirve a menudo de fondos arquitectónicos, expresa con ello que posee en ese mundo de la forma un material afín al plano tectónico. La figura humana tampoco disimula el contenido tectónico: recto y erguido. Coinciden abiertamente el corte del cuadro y su asunto. La figura central y principal del cuadro se encuentra en consonancia de los fondos arquitectónicos.

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El concepto delimitador del estilo tectónico habrá que buscarlo en una regularidad que sólo en parte puede formularse geométricamente, pero que se manifiesta muy claramente como efecto de lo ajustado a ley del trazo de la línea, en la colocación de la luz, de la gradación de la perspectiva, etc. Las manchas de color no operan en la forma cerrada.

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La espacialidad es graduada, se sigue un orden en la organización de las cosas, necesidad de límite, orden y ley, lo significativo es el aparato, rigen los valores del ser, la belleza radica en lo limitado. Elevación de la figura principal en el eje central del cuadro.

Escultura

El pedestal, el adosamiento a la pared, la orientación en el espacio son factores arquitectónicos.

La figura clásica se coloca resueltamente en el plano puede interpretarse también como motivo tectónico.

Arquitectura

Debe ser tectónica. Orden claro y clara legitimidad. Imposibilidad absoluta del desplazamiento.

Impresión de reposo, forma rígida. Elemento geométrico riguroso es principio y fin, igualmente importante en el diseño que en la planta. Proporciones planimétricas y cúbicas.