Con avidez deseo compartir con todos mis amables y finos lectores las primeras experiencias e impresiones adquiridas durante las dos semanitas que llevo como estudiante de posgrado en la UNAM. A saber, primero me abrumó toda la tramitología que hay que seguir para inscribirse, apuntarse a las materias, todo ese rollo. Supongo que una escuelototota es imposible desear una simplificación verdadera, máxime que todos los papeles tienen que ser firmados, cotejados y autorizados por the-powers-that-be, o sea, los coordinadores de postgrado. En segundo lugar, al llegar a la Facu de Filos, para mi primera clase, sentí que todo el gentío se me venía encima, puesto que había un montonsísimo de gente: chavos, chicas, maestros, personal administrativo, visitantes, curiosos, vendedores, de todo, y mucho mucho mucho. O sea, me quedé en la pendeja al ver la cantidad de colegas, compañeros y demás con quienes "compartiré" un cachito de tiempo y espacio en la universidad. Las aulas del área de posgrado ya acusan el paso del tiempo, puesto que las malditas ya se quedan chicas para la cantidad de alumnos que semos. Están un tanto outdated, pero supongo que no puedo ponerme a exigir que las instalaciones estén así de pocamauser. Y por supuesto, qué decir de l@s querid@s compas. Las y los estudiantes con quienes se compartirá los sudores del estudio durante los próximos dos añitos. A golpe de ojo, la mayoría parecen ser más jóvenes que yo, pero no por mucho, y también sorprende que haya tan pocos que tengan la Licenciatura en Histoire de l'art, como uno. De hecho, a mi amiguis Lux y a un servidor nos ha tocado que nos vean así medio rarón por ser, 1) de escuela privada posh, y 2) por sí tener el título de HdelA. En fin. Hay otros que parecen más abiertos y buena onda, pero todo mundo parece venir con una actitud más bien cautelosa, muy a la mexicana, de no soltar mucha info hasta no tener bien leidito el panorama total, ya ven cómo somos bien ladinos todos en la mexicaniza. Luego, los maestros. O sea, uuuuts. Las vacas sagradas de la disciplina son así como que entre estrellas y buenas noches. Tienen sus ondas raras y tics extraños, pero ay, mejor callar y tratar de aprender de ellos todos antes que ingresar a un estado de confrontación, que por supuestísimo no llevará a nada. En otro orden de ideas, o sea, hellooooo, qué onda con el mariguanerío. No me molesta que fumen mota, pero chale, ¿la tenemos que fumar tooodos? Chale, que sean una pizca más sensibles, no? Bueno, luego les cuento más chismes con respecto a mis patoaventuras en la makna kasa d'estudios de Mexicalpan de las Tunas. Ciao.
1 comentari:
Hola Marc, feia molt de temps que no entrava per aqui. Grata sorpresa això de que estiguis fent un postgrau a la UNAM! FELICITATS! I MOLTS ÀNIMS PER AQUESTS DOS ANYS! un petonet, Marta
Publica un comentari a l'entrada